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27 de octubre de 2011

Fukushima: superiores fugas radiactivas


Nuevo informe sobre Fukushima 
indica que la fuga de Cesio-137 
fue el doble de lo estimado 
por las autoridades


El estudio ha sido elaborado con los datos recogidos en las horas posteriores al accidente en estaciones de todo el mundo. Los nuevos datos indican que la fuga de este isótopo fue el doble de lo estimado por el Gobierno y la mitad de la emitida en el accidente de Chernóbil. 

También apunta a que las primeras fugas radiactivas se produjeron antes del tsunami y a que ciudades como Tokio se salvaron de peores consecuencias gracias a la meteorología.

Las autoridades japonesas se quedaron cortas respecto al alcance del desastre de Fukushima. Ésta es la principal conclusión de un estudio internacional liderado por Andreas Stohl, del Instituto Sueco de Investigación atmosférica, y realizado con datos de radiación tomados en las estaciones de Japón y de todo el mundo. El estudio, publicado en /Atmospheric Chemistry and Physics/ y destacado en la revista *Nature* <http://www.nature.com/news/2011/251011/full/478435a.html>, pretende ser el análisis más exhaustivo sobre los niveles de radiación que se produjeron tras el accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi como consecuencia del terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo de 2011.

A pesar de que estas estimaciones nunca son del todo precisas, indican, los datos recopilados por todo el globo sí permiten realizar una reconstrucción de los hechos que se diferencia sustancialmente de lo estimado inicialmente por las autoridades japonesas. En primer lugar, por ejemplo, el estudio resalta que las piscinas donde se almacenaba el combustible gastado tuvieron un papel principal en la emisión de *Cesio-137* a la atmósfera y que el escape podría haber sido mitigado si se hubieran inundado antes.

Según la reconstrucción del gobierno japonés, la llegada del tsunami a la central y la pérdida de los generadores diesel fueron cruciales en el calentamiento de los reactores y el desarrollo de los hechos. La acumulación de hidrógeno llevó a una serie de explosiones que dañaron aún más los reactores y la situación en las piscinas de combustible empeoró a cada minuto. El informe elaborado por el gobierno en julio estimaba que habían sido emitidos a la atmósfera 1.5 × 10^16 bequerelios de Cesio-137, mientras que los nuevos cálculos sitúan esta cifra en 3.5 × 10^16 bequerelios, más del doble de lo estimado inicialmente y la mitad de lo emitido en 1986 en el accidente de Chernóbil. El estudio también apunta a que la cantidad de Xenon-133 emitida fue mayor que la de Chernóbil, pero este isótopo supone un riesgo mucho menor para la salud que el Cesio-137, que tiene unavida media de 30 años y es altamente cancerígeno cuando entra en el organismo.

Aunque el gobierno japonés sigue sosteniendo que no hubo radiación de la  piscina del reactor 4, el nuevo análisis indica que fue una de las principales fuentes de Cesio-137 y que si se hubiera refrigerado antes se habrían evitado buena parte de las emisiones. El estudio también apunta que se detectó Xenón-133 inmediatamente después del terremoto y antes de que el tsunami sacudiera la central, lo que implica que el seísmo fue suficiente por sí mismo para causar importantes daños en la planta, pese a que las autoridades insistieron en lo contrario.

La discrepancia en los datos oficiales y los de la nueva estimación podría tener su origen, según sus autores, en la cantidad de datos utilizados para realizar ambas estimaciones. Las mediciones japonesas no tuvieron en cuenta las grandes cantidades de radiación detectadas en el Pacífico y que, aseguran, "es esencial para obtener una fotografía real de la escala y carácter del accidente".

El modelo indica que el régimen de vientos y lluvias de los días inmediatamente posteriores al accidente contribuyó a mitigar las consecuencias del desastre, que podría haber tenido consecuencias mucho peores en la ciudad de Tokio. El viento sopló mar adentro, hacia el océano Pacífico, desde el día 11, pero el 14 de marzo hubo un cambio y hubo nubes de Cesio-137 sobre buena parte del país. En aquellos lugares donde llovió - al noroeste de la planta y en las montañas centrales - se detectaron mayores niveles de radiactividad en el suelo. Tokio, afortunadamente, tuvo tiempo seco durante aquellos días. "Pudo haber sido mucho peor", asegura Stohl.

Fuente: www.lainformacion.com

28 de septiembre de 2011

Contaminación radiactiva



Japón retirará 29 millones de metros cúbicos de tierra de Fukushima

28.09.11 | .  Europa Press


Las autoridades japonesas tendrán que retirar y deshacerse de unos 29 millones de metros cúbicos de tierra contaminada por el accidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima-1 como consecuencia del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, según la primera estimación oficial del Ministerio de Medio Ambiente.


Las autoridades japonesas tendrán que retirar y deshacerse de unos 29 millones de metros cúbicos de tierra contaminada por el accidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima-1 como consecuencia del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, según la primera estimación oficial del Ministerio de Medio Ambiente.


El desastre natural provocó fallos en el funcionamiento de la central --situada en la costa noroccidental del país-- que causaron explosiones, hicieron que las barras de combustible de varios reactores se fundieran y ocasionaron fugas de radiación.


Las zonas contaminadas donde es necesario reducir los niveles de radiación podrían alcanzar los 2.400 kilómetros cuadrados (casi el tamaño de la prefectura metropolitana de Tokio) y se encuentran en Fukushima y otras cuatro provincias cercanas, según el informe publicado este martes.


El Ministerio ha solicitado otros 450.000 millones de yenes (unos 4.320 millones de euros) en un tercer presupuesto adicional que el Gobierno pretende presentar al Parlamento el próximo mes de octubre, según ha informado la agencia de noticias Kiodo.


Hasta ahora, el Ejecutivo ha reunido 220.000 millones de yenes (2.113 millones de euros) para las tareas de descontaminación, pero algunos expertos creen que podría necesitar varios billones de yenes (varias decenas de miles de millones de euros).


El documento del Ministerio indica que si se retira una capa de tierra de 5 centímetros (que podría contener cesio) de las zonas afectadas, se eliminan la hierba y las hojas caídas de los bosques y se quitan la suciedad y las hojas de las alcantarillas, la cantidad total de residuos radiactivos retirados se acercaría a los 29 millones de metros cúbicos.


Esa cantidad podría llenar 23 estadios de fútbol con capacidad para 55.000 espectadores. El Gobierno debe decidir dónde almacenar temporalmente los residuos y cómo deshacerse de ellos definitivamente.


Las autoridades prohíben la entrada en una zona que se extiende en un radio de 20 kilómetros desde la central de Fukushima-1, situada a unos 240 kilómetros al noreste de Tokio. Unas 800.000 personas fueron evacuadas.


El Gobierno se ha marcado el objetivo de reducir los niveles de radiación a la mitad en los lugares contaminados durante los próximos dos años, gracias a la disminución natural de la radiación con el paso del tiempo y a las labores de descontaminación.


El Ministerio de Medio Ambiente considera que esas labores se deberían centrar en áreas donde la gente pueda estar expuesta a una radiación de al menos 5 millisieverts al año, excluyendo la exposición a fuentes naturales.

25 de septiembre de 2011

El arroz de Fukushima es radioactivo


Las autoridades japoneses encontraron por primera vez niveles excesivos de cesio radiactivo en una muestra de arroz de Fukushima en un análisis preliminar, informó hoy el diario Mainichi Shimbun.




El ministerio de Agricultura ha detectado en la localidad de Nihonmatsu (provincia de Fukushima) plantas de arroz aún sin recolectar con un nivel de cesio radiactivo de 500 becquerel por kilogramo, por encima del límite de 200 becquerel establecido por el Gobierno japonés.

De acuerdo con el diario Mainichi, el ministerio elevará los controles en Nihonmatsu desde los 38 puntos actuales a 300 para evitar que arroz contaminado llegue al mercado.

Aunque los resultados son preliminares, si el dato se confirma supondría un serio revés para los agricultores de la zona, afectada por el accidente nuclear de la planta de Fukushima Daiichi, ya que desembocaría en la suspensión de la comercialización del arroz.

Tras el accidente nuclear más grave desde Chernóbil, provocado por el potente terremoto del 11 de marzo en el noreste japonés, el Gobierno nipón ha impuesto estrictos controles en las plantaciones de arroz de Fukushima.

Las autoridades primero analizan las plantas antes de ser recolectadas y posteriormente el arroz antes de ser comercializado y hasta el momento no se habían hallado partidas con niveles excesivos de radiactividad.

Si en los posteriores análisis en Nihonmatsu, a unos 55 kilómetros de la maltrecha planta nuclear, se confirman los altos niveles de cesio la comercialización del arroz en la zona quedará suspendida, según los estándares fijados por el Gobierno.

Desde finales de agosto, las primeras partidas de arroz que se ha confirmado seguro han comenzado a llegar a los supermercados de Japón.

Los agricultores, ganaderos y pescadores de la provincia de Fukushima se han visto seriamente afectados por los problemas de materiales radiactivos acumulados en verduras, carne o en la aguas cercanas a la central nuclear desde que comenzó la crisis en marzo.

23 de agosto de 2011

Los alrededores de Fukushima no serán habitables en décadas


Control sanitario de irradiación atómica

Japón confirma que hay zonas con una radiactividad 25 veces superior a la permitida en el área de exclusión - Naoto Kan y su gabinete dimitirán el martes

 

JOSÉ REINOSO - Pekín - EL PAIS 24/08/2011

Algunas zonas alrededor de la central nuclear de Fukushima 1 permanecerán cerradas durante "mucho tiempo" y sus habitantes no podrán regresar a ellas, según ha confirmado esta semana el Gobierno japonés. La planta resultó gravemente dañada por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, y desde entonces no ha dejado de emitir radiactividad. Dentro del área de exclusión de 20 kilómetros en torno a la central, de la que se evacuó a 30.000 personas, se han detectado zonas con unos índices 25 veces por encima del límite de seguridad, según un informe oficial del Ejecutivo de Naoto Kan, que el próximo martes dimitirá en bloque por la gestión de la peor crisis nuclear que vive el mundo desde Chernóbil en 1986.

"No podemos negar la posibilidad de que algunos residentes quizás no puedan volver a sus hogares en mucho tiempo a pesar de nuestros esfuerzos. Pido profundas disculpas por ello", dijo Yukio Edano, portavoz del Gobierno, informa France Press. Su anuncio se produce tras la publicación de un informe del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que ha encontrado lugares con una radiación equivalente a más 500 milisievert por año -el nivel estándar de seguridad es de 20 milisievert anuales- dentro del área de 20 kilómetros. 15 de los 50 puntos controlados dieron radiación superior a 100 milisievert al año. El ministerio realizó las proyecciones de radiactividad acumulada en 365 días, bajo la hipótesis de que un vecino permanecería ocho horas al día en el exterior y 16 horas en el interior de una casa de madera.

Edano afirmó que aún no se ha decidido qué lugares permanecerán vetados a los residentes a largo plazo. La decisión será tomada en función de los controles llevados a cabo y los trabajos de descontaminación. El diario Yomiuri habla de un área vedada de tres kilómetros alrededor de la central "durante décadas" y, citando fuentes oficiales, afirma que las autoridades están considerando comprar suelo a los vecinos desalojados para utilizarlo como almacén de residuos radiactivos, entre ellos, escombros y lodo resultante del proceso de descontaminación del agua de la planta. 

Tokio estudia también dar ayuda adicional a los evacuados, incluidas viviendas a largo plazo en lugar de las casas prefabricadas que está construyendo en la actualidad.

El Gobierno y Tokyo Electric Power (Tepco), la compañía propietaria de la planta, afirman que las fugas de radiación han disminuido de forma espectacular desde el accidente y que planean iniciar las tareas de descontaminación en el área de exclusión el mes que viene. Las partículas acumuladas durante este tiempo en edificios, árboles y el suelo suponen una amenaza para la salud.

Tepco aseguró el fin de semana pasado que la temperatura en el reactor número 1 se encuentra por debajo de 100 grados centígrados, uno de los pasos necesarios para lograr el objetivo de llevar los reactores a parada fría -estado en el que el uranio en el núcleo ya no puede hacer hervir el agua utilizada como refrigerante- para enero. Antes, se debe reducir la temperatura en otros dos y estabilizarla en todos ellos. El seísmo y el maremoto desactivaron los sistemas de refrigeración de la central y desencadenaron la fusión de tres de sus seis reactores y varias explosiones. Fukushima 1 está 240 kilómetros al norte de Tokio.

La gestión del desastre ha sido muy criticada por los japoneses, lo que ha precipitado la salida el primer ministro, Naoto Kan, quien ayer confirmó que él y su Gabinete dimitirán en bloque el próximo martes, después de la prevista aprobación parlamentaria, este viernes, de una nueva ley para promover el uso de las energías renovables y de la elección de su sustituto a la cabeza del Partido Democrático, el lunes.

Mientras tanto, el reactor número 7 de la central de Kashiwazaki Kariwa, en la prefectura de Niigata, ha sido detenido para labores rutinarias de mantenimiento. La parada, teóricamente de tres meses, deja a Tepco solo con dos reactores en funcionamiento de los 17 que opera en diferentes plantas atómicas, y eleva el número de los paralizados en todo Japón a 40 de un total de 54. El gobernador de Niigata ha advertido que ni siquiera analizará la posibilidad de arrancar las instalaciones detenidas hasta que haya concluido la investigación sobre la catástrofe de Fukushima. El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, que se encuentra de viaje en Asia, visitó ayer la zona devastada por el tsunami.


17 de agosto de 2011

¡Trescientas sesenta y cinco veces superior a la radiación natural!






No hay que fiarse en absoluto, innecesario es insistir, de las informaciones de TEPCO y del gobierno japonés. Tres días después del accidente del 11 de marzo de 2011 ya sabían que tres de los seis reactores de Fukushima se habían fundido; informaron de ello tres meses después. El gobierno japonés permitió que evacuados de la zona afectada (Namie, a escasos ocho kilómetros de Fukushima) se expusieron al viento radiactivo procedente de la central, viento que no giraba hacia el sur, como todo el mundo pensaba, sino hacia Tsushima, en el noroeste. El dato no era desconocido por el ejecutivo del primer ministro Kan que ocultó que la dirección del viento había cambiado.

Los científicos de la Universidad de California de San Diego son más fiables en este asunto. Un grupo de ellos, dirigidos por Mark Thiemens [1], han detectado (y analizado) azufre radiactivo en la atmósfera de California procedente de la central japonesa y han efectuado la primera medición de la radiación liberada por Fukushima.

Se ha calculado que entre el 13 y el 20 de marzo de 2011, cuando se bombeó agua del mar para paliar la destrucción e inoperatividad de los sistemas de refrigeración de los reactores, unos 400 mil millones de neutrones por metro cuadrado se escaparon de la piscina donde se guardaba el combustible de uranio. El agua marina absorbió los neutrones generados al fundirse las barras del combustible, neutrones que transformaron el cloruro marino en átomos de azufre radiactivo que salieron de los reactores en los chorros de vapor que se emitieron a la atmósfera para evitar las explosiones de los núcleos.

Los vientos llevaron este azufre radiactivo a California. Los científicos de San Diego, mediante un modelo informático diseñado para la ocasión, han calculado que en aquellos días la radiación en los alrededores de Fukushima, un kilómetro del océano Pacífico, fue… ¡365 veces superior a la radiación natural! Como los días de 2011, un año en el que se ha producido una de las mayores catástrofes de la era de la industrialización humana y en el que de nuevo, al unísono, grandes corporaciones y gobiernos serviles a su servicio mintieron y ocultaron información básica a la ciudadanía. Sin temblor en sus rostros, sin apenas signos de rectificación. Alemania ha señalado un sendero que deberá transitarse por todos. Más pronto que tarde.


Nota:

[1] Público, 16 de agosto de 2011, p. 37



Tokio ocultó que miles de personas recibían radiación de Fukushima

El Gobierno japonés permitió que los evacuados se expusieran al viento radiactivo procedente de la central

DAVID BRUNAT 10/08/2011 


Un niño mira una prueba médica, el 23 de marzo, en Yonezawa. Kim Kyung-Hoon / reuters

Un niño mira una prueba médica, el 23 de marzo, en Yonezawa. Kim Kyung-Hoon / reuters

El Gobierno japonés permitió que miles de personas se expusieran a dosis de radiación extremas durante los días posteriores al tsunami que destrozó la central nuclear de Fukushima-Daiichi el pasado 11 de marzo, y lo peor es que no hizo nada para evitarlo.
Mientras los evacuados de la ciudad de Namie, a escasos 8 kilómetros de la central, se refugiaban en la región de Tsushima, considerada por todos un lugar seguro, lo que en realidad hacían era colocarse justo en la dirección en la que el viento transportaba millones de partículas radiactivas.
Los responsables de tomar las decisiones no sabían interpretar los datos recibidos
Todo el mundo estaba convencido de que el viento soplaba hacia el sur (Tsushima está al noroeste). Todos salvo Tokio, que supo gracias a sus sistemas de medición que el viento giraba hacia Tsushima y no dijo nada para ahorrarse los enormes gastos de tener que ampliar mucho más el radio de evacuación y para impedir que surgiera una nueva oleada de críticas.
Así, durante las semanas posteriores a la catástrofe, miles de personas hicieron vida normal: salieron a la calle, dejaron a los niños jugar en los parques, fueron incluso a la montaña a buscar agua para beber, todo sin que Tokio llegara nunca a abrir la boca. Como si se tratara de cobayas humanas o un simple daño colateral, un peaje que hay que pagar para conservar la imagen del Gobierno.
"Del 12 al 15 de marzo estuvimos en uno de los lugares con los mayores niveles de radiación. Estamos muy preocupados por la exposición interna a las partículas", se quejó Tamotsu Baba, alcalde de Namie, al diario The New York Times. Incluso aseguró que para él, el hecho de que el Gobierno retuviera esa información es algo parecido a un "asesinato" masivo.
Para evitar críticas, el Ejecutivo de Kan ocultó que el viento había girado al norte
La explicación a este escándalo no es que Tokio transmutara de repente en un régimen de terror. Además de las egoístas preocupaciones de los políticos por su imagen y su carrera (actitud no exclusiva de Japón en tiempos de crisis), el problema fue la falta de confianza del Gobierno en el sistema de predicción de radiación en el aire, conocido como Speedi por sus siglas en inglés.
Goshi Hosono, ministro encargado de la crisis nuclear, aseguró que los datos ofrecidos eran "incompletos" e "inexactos", y que era demasiado arriesgado confiar en el sistema en una situación de vida o muerte como aquella. Otros, como el propio primer ministro, Naoto Kan, han asegurado que jamás tuvieron ni pidieron acceso a los datos del Speedi, a pesar de que el sistema ya en 1986 costó cien millones de euros y cuenta con puestos de supervisión en todo el país.

Cálculos precisos

Por mucho que el Gobierno sea honesto en sus razones, nadie entiende el motivo de semejantes dudas o del total desprecio por el sistema, sobre todo después de ver que el Speedi predijo al milímetro los movimientos de las corrientes de aire y los lugares más expuestos a la radiación.
Tal fue el despropósito del Gobierno japonés, que se escogió la escuela primaria Karino, en Namie, como centro de evacuación temporal para más de 400 niños y adultos, cuando en realidad esa escuela, tal como había predicho el sistema, se ubicaba justo en la ruta del vapor radiactivo que surgía a borbotones de los reactores de Fukushima.
"Cuando pienso en ello, me pongo furioso. Han arriesgado nuestras vidas", clamó el director de la escuela primaria. Según una investigación de la agencia Associated Press basada en transcripciones parlamentarias, las indicaciones del Speedi sí llegaron a las oficinas gubernamentales, pero los encargados de tomar decisiones ni siquiera sabían cómo interpretar esos datos, y cuando se dieron cuenta de su importancia ya era demasiado tarde para admitirlo.

Problemas con las tiroides

Es una incógnita el nivel de radiación que soportaron las víctimas, pero los antecedentes no invitan al optimismo. En un análisis hecho a finales de marzo a 1.080 niños de la región de Fukushima, un 45% dieron positivo por exposición de la tiroides a la radiación. Ese fue el origen precisamente de los miles de casos de cáncer de tiroides en niños que provocó Chernóbil.
Cada vez son más los que claman contra el Gobierno japonés por haber ocultado la magnitud de la catástrofe (ya en el segundo día supo que tres de los seis reactores se habían fundido, pero tardó tres meses en reconocerlo) y negarse a admitir el tremendo impacto que Fuku-shima va a tener en la salud de miles de personas.

26 de julio de 2011

Japón recomienda nuevas evacuaciones cerca de Fukushima





JAPÓN | Frenan el consumo de carne

En el caso de esos "puntos calientes", donde la radiación podría aumentar esporádicamente por encima de lo permitido, el gobierno deja a los afectados la elección de quedarse o abandonar sus viviendas, pero se sugiere sobre todo a niños y embarazadas que lo hagan, ofreciendo ayuda.

 EL UNIVERSAL-  jueves 21 de julio de 2011  
Tokio. - El gobierno japonés recomendó hoy nuevas evacuaciones de hogares cercanos a la zona de la central nuclear de Fukushima, afectada por el terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo.

El gobierno señaló hoy a otras 59 viviendas en cuatro zonas residenciales de la ciudad de Minamisoma como "puntos calientes" que podrían estar sometidos a una radiación por encima de los niveles permitidos a nivel internacional de 20 milisieverts al año, informó DPA.

El mes pasado, se declararon "puntos calientes" unas 100 viviendas de la ciudad de Date, que se encuentra fuera de la zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a la central. Hasta entonces, las zonas de evacuación habían sido solamente municipios completos.

En el caso de esos "puntos calientes", donde la radiación podría aumentar esporádicamente por encima de lo permitido, el gobierno deja a los afectados la elección de quedarse o abandonar sus viviendas, pero se sugiere sobre todo a niños y embarazadas que lo hagan, ofreciendo ayuda.

El martes, el gobierno anunció que la refrigeración de los reactores destruidos en Fukushima están estabilizados y que en los últimos meses la concentración radiactiva en torno los seis reactores de la central se redujo constantemente, según la firma gestora Tepco. En estos momentos se sitúa en 1,7 milisieverts por año como máximo.

Ahora, se calcula que se filtra un máximo de mil millones de becquereles por hora de sustancias radiactivas de la instalación, lo que según la agencia de noticias Kyodo correspondería a dos millonésimas del nivel que se filtraba en el momento del accidente sufrido el 11 de marzo.

Mientras, Japón frenó el suministro de ternera de Fukushima, tras varios casos de carne contaminada. Según Kyodo, se suministró carne de 1.300 terneras afectadas en todo el territorio nacional, aunque aún no se sabe si la carne llegó a los consumidores.

Preocupación tras la peor crisis nuclear en el mundo desde hace 25 años




Más de 1.000 vacas comieron pienso con cesio radiactivo en Japón

TOKIO. Más de 1.000 cabezas de vacuno alimentadas con paja contaminada con cesio radiactivo fueron enviadas a todo Japón desde Fukushima y otras prefecturas, dijo el miércoles la agencia de noticias Kyodo, un dato que genera preocupación tras la peor crisis nuclear en el mundo desde hace 25 años.

26 julio 2011

La noticia llega al día siguiente de que Tokio ordenara la suspensión de todos los envíos de ternera desde Fukushima tras descubrir que hubo ganado alimentado con paja de arroz contaminada con altos niveles de cesio radiactivo que había sido enviado a mercados de todo el país. 

Los consumidores japoneses están cada vez más preocupados por la seguridad alimentaria a raíz de detectarse contaminación en verduras, té, leche, marisco y agua por la radiación generada por la planta nuclear de Fukushima, que está situada a 240 kilómetros al norte de Tokio y resultó dañada por el terremoto del 11 de marzo pasado. 

Un total de 1.235 cabezas de ganado que comieron paja con cesio radiactivo fueron enviadas desde Fukushima y otras siete prefecturas a otras partes de Japón, informó Kyodo, frente a las 500 de que se informó el martes. 

La paja contenía 500 veces más cantidad de cesio que los niveles considerados seguros. 

El Gobierno está aún realizando pruebas para determinar si la carne estaba contaminada.  Los expertos dicen que las implicaciones para la salud del consumidor no están claras por el momento.  La planta de Fukushima, operada por Tokyo Electric Power, continúa filtrando radiación cuatro meses después del desastre. 


15 de julio de 2011

Detectan cesio radiactivo en carne de vacuno de la zona de Fukushima







El cesio, que superaba entre tres y seis veces el límite legal de 500 becquereles por kilo, se detectó en la carne de once vacas de enviadas para su procesado a Tokio desde una granja de la localidad de Minamisoma, en la provincia de Fukushima, informó la agencia local Kyodo.
Tokio • Las autoridades de Japón han detectado cesio radiactivo en la carne de vacuno de una granja de la provincia de Fukushima en la que el ganado fue alimentado con pienso contaminado, confirmaron hoy fuentes oficiales.
El cesio, que superaba entre tres y seis veces el límite legal de 500 becquereles por kilo, se detectó en la carne de once vacas de enviadas para su procesado a Tokio desde una granja de la localidad de Minamisoma, en la provincia de Fukushima, informó la agencia local Kyodo.
La carne contaminada no llegó a los distribuidores, añadió Kyodo, que señaló que las autoridades provinciales han pedido a los ganaderos de Minamisoma, situada muy cerca de la maltrecha planta de Fukushima Daiichi, que suspendan sus envíos de vacuno.
Según funcionarios locales, las vacas resultaron contaminadas tras alimentarse con pienso con altos niveles de cesio radiactivo que estaba almacenado al aire libre cuando se desató la crisis en la vecina central de Fukushima a raíz del terremoto del 11 de marzo.
Minamisoma se encuentra a entre 20 y 30 kilómetros de la planta nuclear, por lo que tras el accidente las autoridades instaron a los residentes a abandonar el pueblo o permanecer resguardados para evitar la exposición a la radiactividad.

Según la televisión NHK, el ganado contaminado también había permanecido dentro de las instalaciones cubiertas de la granja, pero fue alimentado con pienso que sí había permanecido al aire libre.




Una granja de Fukushima vende carne radiactiva para consumo humano

Por Nicholas Ito
Martes, 12 de julio de 2011

Autoridades de salud de Japón consideran que el consumo de carne contaminada con radiactividad no afectará a la población (AFP).

TOKIO, Japón (CNN) — Un funcionario japonés de salud aminoró este martes los riesgos luego de que la carne contaminada con cesio de seis vacas procedentes de una granja de la prefectura de Fukushima fuera entregada a mercados japoneses y probablemente ingerida. 
Goshi Hosono, el ministro del estado responsable de los asuntos de consumidores y seguridad alimenticia, dice que espera que esto no cause alarma. Antes, en Japón causa preocupación los altos niveles de radiación en leche y espinacas.
"Si comiéramos carne a diario, entonces sí sería peligroso", dijo Hosono en una conferencia de prensa. "Pero si sólo se consume en porciones pequeñas, no creo que vaya a tener efectos de larga duración en el cuerpo humano".
La carne, entregada a finales de mes, ha llegado a los consumidores y probablemente ha sido ingerida, dijo el Gobierno Metropolitano de Tokio. Esto fue precedido por otro descubrimiento reciente de radiación en la carne de 11 vacas entregadas a mercados de Tokio por la misma granja. 
El descubrimiento se realizó cuando la Oficina de Salud y Bienestar de Tokio investigó seis entregas realizadas a finales de junio de la granja de Fukushima. Hasta el momento, la radiación ha sido confirmada en tres de seis vacas. En un caso, la radiación llegó a los 3,400 becquerels, lo cual es siete veces más alto que el límite establecido por el gobierno. 
Cuando la prefectura del gobierno de Fukushima, investigó el lunes la granja de donde procedía la carne, encontró el cesio en el alimento que consume el ganado, como el heno, que tenía niveles de radiación hasta 57 veces más altos que el límite impuesto por el gobierno japonés.
Hasta ahora el ganado en Fukushima sólo fue sujeto a una prueba de revisión, para inspeccionar por partículas radiactivas adheridas a la piel, y los productores pecuarios recibieron la orden de reportar cómo estaban guardando el alimento de su hato.
Yutaka Kashimura, el funcionario a cargo de la división de ganado de la prefectura de Fukushima, le dijo a CNN que el productor pudo haberle dado a sus vacas heno que pudo estar expuesto a tierra que contenía altos niveles de radiación. La granja está situada a unos 30 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima Daiichi.
El gobierno de Fukushima anunció que revisará todas las granjas de esa prefectura para determinar el almacenaje de la comida del ganado y determinar si está siendo protegido de la radiación. Más de 500 granjas serán inspeccionadas de aquí al final de la semana y cerca de 2,800 a finales de mes. 
El sábado, la Oficina de Salud y Bienestar del Gobierno Metropolitano de Tokio encontró que la carne de 11 vacas procedente de una granja de Fukushima fue comercializada y contenía altos nivele de radiación. Como precaución, la oficina ordenó rastrear la carne de seis vacas de la misma granja y se dio cuenta que la carne ahora no sólo circula en Tokio, sino en todo Japón.





10 de julio de 2011

FUKUSHIMA: espanto universal

Se confirma que Fukushima es la peor catástrofe de la civilización industrial

Armas para defender la salud

Hasta ahora dentro de las catástrofes industriales la palma se la llevaba Bhopal, India, por la contaminación química y Chernóbil en la URSS por la contaminación radiactiva.

Ya informamos en boletines anteriores de la opinión de varios científicos que advertían que Fukushima podría ser peor que Chernóbil.
Entre ellos estaban Alexei Yablokov [1]y Chris Busby, del Comité Europeo de Riesgos de Radiación. [2]

Su opinión está siendo confirmada por científicos importantes de Estados Unidos.


Uno de ellos es Arnold Gundersen exvicepresidente de la industria nuclear USA, operador licenciado de reactores con 39 años de experiencia en el diseño de plantas nucleares y en la administración y coordinación de proyectos en 70 plantas de energía nuclear en todo EE.UU. Gundersen ha reconocido que "Fukushima es la peor catástrofe industrial de la historia de la humanidad…”
Sus declaraciones en una reciente entrevista[3] merecen citarse in extenso:
“Fukushima tiene tres reactores nucleares expuestos y cuatro núcleos de combustible expuestos … Probablemente hay el equivalente a 20 núcleos de reactores nucleares que necesitan desesperadamente que los enfríen y no hay medios para enfriarlos efectivamente … El problema es cómo mantenerlos fríos. Están vertiendo agua y el problema es qué van a hacer con el desecho que sale de ese sistema, porque va a contener plutonio y uranio. ¿Dónde van a poner el agua?”

“Ahora los combustibles son una masa informe fundida en el fondo del reactor. TEPCO anunció que tuvieron un ‘melt through’, es decir una fusión en la que el combustible fundido pasa a través del fondo del reactor al medio ambiente. Una fusión del núcleo [meltdown] es cuando el combustible fundido cae al fondo del reactor, y un melt through significa que se ha fundido a través de varias capas. Esa masa informe es increíblemente radiactiva, y ahora hay agua sobre ella. El agua absorbe enormes cantidades de radiación, de modo que se agrega más agua y se generan cientos de miles de toneladas de agua fuertemente radiactiva.”
“Tenemos 20 núcleos expuestos, los tanques de combustible tienen varios núcleos cada uno, es decir, un potencial que hay que liberar 20 veces mayor que el de Chernóbil... Los datos que estoy viendo muestran que estamos encontrando lugares peligrosos más lejos que en el caso de Chernóbil, y la cantidad de radiación en muchos de ellos era la cantidad que llevó a que algunas áreas se declarasen tierra de nadie en Chernóbil. Vemos que se encuentran a 60 y 70 kilómetros del reactor. No se puede limpiar todo eso. Todavía hay jabalíes radiactivos en Alemania, 30 años después de Chernóbil”.
“Volvieron a calcular la cantidad de radiación liberada, pero las noticias no hablan realmente del tema. Los nuevos cálculos muestran que en la primera semana después del accidente, liberaron 2,3 veces tanta radiación como la que pensaron que habían liberado en los primeros 80 días”.
“Estamos descubriendo partículas peligrosas (“hot particles” literalmente partículas calientes) por doquier en Japón, incluso en Tokio … Los científicos las encuentran por todas partes. Durante los últimos 90 días esas partículas peligrosas han seguido cayendo y se están depositando en altas concentraciones. Mucha gente las tiene en los filtros de aire de los motores de los coches. Los filtros de aire radiactivos de coches en la prefectura Fukushima y Tokio son ahora comunes, y también se encuentran filtros de aire radiactivos en la gran área de Seattle de EE.UU.
Las partículas se fijan en los pulmones o en el tracto gastrointestinal y son un irritante constante … Pueden causar cáncer, pero no se pueden medir con un contador Geiger. Evidentemente la gente de Fukushima ha aspirado esas partículas en grandes cantidades. Evidentemente, hay gente en la Costa Oeste superior de EE.UU. que está siendo afectada. Esa área resultó bastante afectada en abril”.
“Las centrales todavía están emitiendo gases radiactivos y una cantidad enorme de líquido radiactivo … Pasará por lo menos un año antes de que deje de hervir, y hasta que deje de hervir estará produciendo vapor y líquidos radiactivos.
La unidad cuatro es la más peligrosa, podría colapsar. Después del terremoto en Sumatra hubo una réplica de 8,6 unos 90 días después, de modo que todavía no estamos a salvo. Y estamos en una situación en la que si pasa algo no existe ciencia para eso, nadie ha imaginado jamás que haya combustible nuclear caliente fuera del tanque. No han encontrado una manera de enfriar las unidades tres y cuatro...
Las unidades de uno a tres tienen desechos nucleares en el fondo, el núcleo fundido,y contienen plutonio que habrá que eliminar del entorno durante cientos de miles de años. Además, tendrán que entrar con robots y conseguir colocarlo en un contenedor para guardarlo infinitamente, y esa tecnología no existe. Nadie sabe cómo recoger el núcleo fundido del suelo, y no existe una solución actualmente para hacerlo.
Ya vemos estroncio en cantidad 250 veces superior a los límites permisibles en el nivel acuífero en Fukushima. Los niveles acuíferos contaminados son increíblemente difíciles de limpiar. Por lo tanto pienso que tendremos un acuífero contaminado en el área de la planta de Fukushima durante mucho, mucho tiempo. Con Three Mile Island y Chernóbil, y ahora con Fukushima, se puede precisar el día y la hora exacta en la que comenzaron, pero nunca terminan”.

Se le ha tachado de catastrofista especialmente cuando dijo que Fukushima era el equivalente de 20 Chernóbil.
Un reciente artículo se ha planteado la cuestión básica: ¿cuál es la cantidad de combustible en Fukushima Daichi pendiente de dilución en la atmósfera, las aguas subterráneas y el mar?
Buena pregunta.
Según Associated Press[4], la cantidad de combustible en Fukushima sería 3.400 toneladas de combustible gastado en las piscinas de almacenamiento y lo que queda de las 877 toneladas de combustible en los corazones de los reactores activos. Es decir, un total de 4.277 toneladas de combustible. En comparación, había 30 toneladas en los EE.UU. de Three Mile Island en 1979 y 180 toneladas de Chernóbil en 1986.
Así que Arnie Gundersen se quedó corto. Según estos datos Fukushima sería 24 veces Chernóbil. Peor aun porque que aquí hay más plutonio ya que una de las centrales funcionaba con combustible MOX que es plutonio + uranio y en Chernóbil no.
El plutonio es el elemento artificial mas tóxico que existe. Se produce como desecho de las centrales pero fue durante más de 18 años el único objetivo de la industria nuclear para fabricar bombas atómicas.
En su último comunicado en vídeo habla de las partículas calientes.



En la imagen[5] a la derecha incluye la foto de microscopía electrónica que constituyó la portada del libro de ECRR. La foto muestra una partícula de plutonio incluida en un tejido pulmonar irradiándolo.
El experto nuclear Arnie Gundersen señala que las partículas radiactivas viajaron de Japón a Seattle y que los residentes de Seattle respiraron en un promedio de 5 "partículas calientes" en un día de abril.
Recuerda que estas partículas son prácticamente indetectables cuando se inhalan o se ingieren.


Recientemente Arnie Gundersen fue invitado a hablar durante 5 minutos en una reunión especial del Comité Asesor sobre Salvaguardas del reactor (Advisory Committee on Reactor Safeguards ACRS) .
El jueves 26 de mayo de 2011 la Comisión Reguladora Nuclear (Nuclear Regulatory Commission NRC) organizó este encuentro sobre el estado actual de Fukushima[6]

Arnie Gundersen habló sobre las lecciones que deberán aprenderse de los accidentes de Fukushima en lo que respecta a la capacidad de contención de los reactores, un tema que ha estado estudiando desde el año 1972. Los reactores son del mismo tipo que los reactores de agua en ebullición (23 Mark 1 BWR) de EE.UU.
Gundersen fue el primer ingeniero que advirtió, ya en 1974, a la Comisión Reguladora Nuclear, NRC, sobre los riesgos de los actuales sistemas de aislamiento. Pero la NRC ha mantenido constantemente en todos sus cálculos y revisiones que hay una probabilidad cero de un fallo en la contención de fugas.
Durante años, en testimonios y en correspondencia, Gundersen ha disputado esta afirmación de la NRC. Los sucesos de Fukushima han demostrado que tenía razón. Las explosiones en Fukushima muestran que la contención puede perder su integridad y liberar enormes cantidades de radiación, como Gundersen ha estado diciendo a la NRC desde hace muchos años.

La Comisión Reguladora de la Energía Nuclear de Estados Unidos (conocida en inglés como NRC) acaba de ser denunciada por su colaboración con la industria de la energía nuclear para debilitar los estándares de seguridad, de modo que los viejos reactores pudieran seguir cumpliendo con la normativa[7].
El año pasado, la NRC redujo el margen de seguridad para casos de daño aceptable por radiación en vasijas de los reactores. El informe revela que en 48 de las 65 plantas nucleares comerciales estadounidenses hubo filtraciones de tritio radiactivo a las aguas subterráneas, a través de tuberías corroídas. Las filtraciones producidas en al menos 37 de esas instalaciones contenían concentraciones que superaban el límite impuesto por las autoridades federales para el agua potable, en ocasiones superando dicho límite en cientos de veces[8].
Es importante recordar que el accidente del reactor de Fukushima se produjo el 11 de marzo y que su vida había sido prolongada 10 años suplementarios por la NISA (agencia de seguridad nuclear e industrial de Japón)[9].
Y ten en cuenta que eso es lo mismo que el gobierno pretende hacer en España con su parque de centrales nucleares decrépitas.


VIDEOS

Videos de Arnold Gundersen

Las partículas calientes de Japón a Seattle prácticamente indetectables cuando se inhalan o ingieren.


http://www.fairewinds.com/content/hot-particles-japan-seattle-virtually-undetectable-when-inhaled-or-swallowed


Fukushima prevista: Comisión de Regulación fue advertida desde hace años.


http://www.fairewinds.com/content/gundersen-gives-testimony-nrc-acrs

Otros videos de Arnold Gundersen

  • Fukushima: fuga de plutonio y el agua radiactiva. 04/01/11

  • Nuevos datos indican Reacción en Cadena de la Unidad de Fukushima. 1. 04/04/11

  • Gobierno japonés minimizó extensión del desastre nuclear.

Disponibles en: www.fairewinds.com



Otros documentos:


Transcripción de la extensa entrevista a Arnie Gundersen por Cris Martenson sobre la situación en Fukushima.
Arnie Gundersen advierte de la extrema peligrosidad presentada por la situación del reactor n º 4 en Fukushima: Su consejo a todos los habitantes de Tokio, fue si el reactor 4 se hunde:
Corra lo más de prisa que pueda”


http://www.chrismartenson.com/page/transcript-exclusive-arnie-gundersen-interview-dangers-fukushima-are-worse-and-longer-lived-we-
http://www.chrismartenson.com/martensonreport/part-2-arnie-gundersen-interview-protecting-yourself-if-situation-worsens

Contacto: Arnie Gundersen
http://www.fairewinds.com/home



5 de julio de 2011

También se ha detectado radiación en algunos habitantes

Encuentran estroncio radiactivo en el lecho marino cerca de Fukushima

Una activista japonesa pide el fin de la energía nuclear.| Efe

Una activista japonesa pide el fin de la energía nuclear.| Efe

Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) han detectado por primera vez estroncio radiactivo en el fondo marino cerca de la central nuclear de Fukushima-1. Se trata de estroncio 89 y 90, elementos que suponen una grave amenaza a la salud porque pueden acumularse en los huesos en el caso de ser inhalados, y además podrían ser la causa de un cáncer.

El hallazgo es resultado de un estudio realizado el 2 de junio sobre la calidad de las aguas unos tres kilómetros mar adentro, en dos emplazamientos situados aproximadamente a 20 kilómetros del complejo nuclear japonés. Por cada kilogramo analizado se detectaron 44 becquerelios de estroncio-90, que tiene una vida media de 29 años.

Antes se habían encontrado estas sustancias en tierra firme y en agua de mar, justo tras el accidente que provocaron el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, informa la cadena nipona NHK.

Un miembro de la Comisión de Seguridad Nuclear japonesa, Shigeharu Kato, adelanta que harán falta más estudios para determinar si la flora y la fauna marina pueden acumular estos elementos y, en caso de ser posible, en qué cantidad.

3 de julio de 2011

El Síndrome de Fukushima






30.06.11 -
Un dilema entre la verdad

o la violencia

Elizabeth Peredo Beltrán
Directora Ejecutiva de la Fundación Solón

El planeta está cambiando dramáticamente de manera "no natural”, ya no es el mismo que hace pocas décadas y su capacidad de cobijarnos también ha cambiado. En una enorme medida los cambios en la habitabilidad del planeta se han producido por la intervención de la civilización humana que particularmente durante el último siglo ha devastado la biósfera y la atmósfera eliminando miles de especies naturales, agotando los elementos de la vida en el planeta -incluidos el agua y el aire- y poniendo en peligro no solamente la vida de millones de especies sino la propia vida de la gente.

Los científicos afirman que la intervención humana en los cambios del planeta ha alcanzado una magnitud mayor a cualquier desastre natural producido por las propias fuerzas de la naturaleza. Un Estudio del Programa Internacional Geosfera - Biosfera (IGBP) del 2004 titulado El Cambio Global y el Sistema de la Tierra (Un Planeta bajo Presión) dice que: "Hasta hace muy poco en la historia de la Tierra, los seres humanos y sus actividades han sido una fuerza insignificante en la dinámica del Sistema de la Tierra. (pero que hoy…) La actividad humana iguala o supera la naturaleza en varios ciclos biogeoquímicos. El alcance de los impactos es global, ya sea a través de los flujos de los ciclos de la tierra o de los cambios acumulativos en sus estados. La velocidad de estos cambios está en el orden de décadas a siglos y no de siglos a milenios en referencia al ritmo de cambio comparable en la dinámica natural del Sistema de la Tierra”.

Los cambios globales son síntomas de la devastación

Pero cuando hablamos de la "intervención humana” así en general, pareciera que somos todos los que afectamos el planeta y esa visión estaría más cerca de una posición "neomalthusiana”, que explica esta problemática a partir del crecimiento de la población como determinante de la crisis global, olvidando mencionar las causas estructurales de la crisis, el modelo de producción y las formas de distribución de los bienes en el mundo que es totalmente desequilibrada e inequitativa y que, sin duda alguna, son las élites de norte y del sur quienes ejercen mayor presión en la devastación. Se olvida también que existen miles de culturas, miles de pueblos y millones de prácticas en el mundo que se contraponen a una visión depredadora, resguardando la vigencia y la memoria de prácticas sustentables basadas en el respeto de la diversidad biológica y ecológica, quizá con una potencialidad inimaginable para restaurar los equilibrios necesarios.

Los últimos sesenta años han sido, no sólo por confirmación empírica sino científica, los de "más rápida transformación de la relación humana con el mundo natural en la historia de la humanidad” con efectos tales como:

• Alteración dramática de la costa y el hábitat marino.
• Incremento significativo de las tasas de extinción de las especies terrestres y marinas.
• Mayor concentración de nitrógeno y metano en la atmósfera.
• Importantes pérdidas de la capa de ozono.
• Incremento inusual de la temperatura.
• Mayores frecuencias de grandes inundaciones y desastres naturales.
• Pérdidas significativas de bosques tropicales.

El cambio climático es quizá una de las crisis más emblemáticas de esta devastación pues incluye en sus conexiones todas aquellas razones estructurales que han llevado al planeta y a la humanidad a límites tanáticos.

Lo inaudito es que hay quienes ahora promueven el escepticismo acusando a las voces que vienen alertando desde la comunidad científica sobre esta situación casi de "terroristas”. No es casual por ejemplo que el movimiento del "Tea Party” de tendencia ultra conservadora en Estados Unidos haya promovido no solamente los recortes de los aportes económicos de este país al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC) y al ECOSOC, sino que buscan incluso una investigación a aquellos científicos que desde su país hayan estado difundiendo la idea de que la humanidad "está en peligro” por considerarla subversiva.

El oscurantismo es parte también de estos escenarios de cambios globales y urgencias de transformación.

La crisis global es multidimensional y tiene una relación directa con los modelos económicos, los sistemas de producción, las inequidades en las relaciones humanas y, particularmente, con los modelos y las matrices energéticas que responden de manera indiscriminada a las necesidades humanas, muchas de ellas creadas y dibujadas por la lógica del mercado y del sobreconsumo. El uso de la energía fósil, del carbón y de las supuestas alternativas energéticas, como la energía nuclear y los agrocombustibles se van constituyendo en los hoyos negros por los que la humanidad se podría despeñar.

Esta crisis nos lleva a cuestionar al capitalismo y al desarrollismo que se vio igualmente expresado en los modelos socialistas de principios del siglo pasado. En una dimensión temporal, también nos lleva también a mirar el colonialismo europeo que se impuso en el mundo hace cinco siglos y que permanece como el origen de una lógica de ocupación de territorios, de explotación inclemente de la naturaleza y, al mismo tiempo, de una usurpación sistemática de la sabiduría de los pueblos para trastornarla funcional a su monstruo devorador y alienante.

Estos sistemas no sólo son estructurales, económicos y productivos, sino que encuentran en los valores y la cultura sus mayores anclajes, son sistemas de dominación culturales. Probablemente por ello pocas veces se escucha "las voces de la naturaleza”, incluidas las que vienen del propio cuerpo. El sistema y aquello que se denomina la "naturaleza humana” ha llevado también a que la memoria colectiva se haya vuelto algo así como una entidad mutante. Existen cientos, si no miles, de hechos que delatan esta crisis en el planeta, todas ellas nos afectan, nos conmueven, nos llegan a la médula, hasta nos hacen llorar… Pero las olvidamos, las trasladamos a los territorios del olvido colectivo y convivimos con la violencia, la injusticia, la muerte y la devastación.

¿Cómo cambiar un paradigma de vida dominante en el planeta no sólo apoyado en el sobreconsumo y la codicia de un vivir mejor a costa del dolor ajeno, sino también en una creciente tolerancia cultural a la devastación?

El síndrome de Fukushima

La tragedia de Japón irradiada desde Fukushima ha derivado en la pérdida de miles de vidas humanas, la desaparición de al menos una ciudad entera debido al terremoto y tsunami y la afectación a la central nuclear de Fukushima ocasionando explosiones en el núcleo de la misma con terribles consecuencias. Ello derivó en el cese de provisión de energía para más de seis millones de personas y el peligro inminente, pero encubierto, de graves efectos en salud de la población por la contaminación radiactiva. Los esfuerzos de la empresa TEPCO por mantener su imagen de eficiencia y control de la situación para mantener el negocio de vender y exportar energía nuclear a los países "menos desarrollados” se fueron derrumbando a través de la tragedia del pueblo japonés sometido a una agobiante desinformación y mensajes de salud pública contradictorios, y por la dramática situación de sus trabajadores inmolados en la absurda tarea de "controlar” el desborde ofrendando sus vidas.

Fukushima es uno de aquellos hechos que nos ha refrescado la memoria, por varias razones:

Primero, porque ha puesto en cuestión el principio que sostiene la lógica capitalista neoliberal y el desarrollismo: "Todo se puede reparar con dinero, ciencia y tecnología”, de que todo se tiene "bajo control”. Fukushima ha mostrado de manera dramática cómo ni toda la tecnología, ni el poco dinero que se ha invertido (porque siempre prevalece el principio del "ahorro”) ni los heroicos esfuerzos de técnicos y trabajadores han sido suficientes para parar la tragedia.

Segundo, porque ha validado las innumerables alertas que los activistas japoneses y de todo el mundo han manifestado en su lucha contra las centrales y la energía nucleares hace más de treinta años denunciando a las grandes corporaciones y los países desarrollados, que promueven la energía nuclear como energía alternativa limpia y sostenible, y que han promovido modelos de exportación y de dependencia de estas fuentes de energía; también nos ha recordado las decenas de accidentes nucleares algunso tan graves como el de Three Mile Island, en Pensilvania (EEUU) en 1979 y el de Chernobyl en 1986, una verdadera tragedia. Greenpeace advierte que la liberación de cesio-137 en Fukushima podría afectar la cadena alimentica durante trescientos años. Cada vez queda más claro que éstas son falsas soluciones que sólo aumentan el peligro para la humanidad en en un planeta que vive un contexto de cambios globales por lo que la vulnerabilidad se ha centuplicado.

Tercero, porque ha puesto en la mesa del debate nuevamente y con mucho dolor el tema de la energía en un sentido más amplio y todo aquello que debe hacerse y no hacerse para asegurar, no solamente el acceso a la energía, sino fundamentalmente cambiar los modelos hacia matrices más sostenibles y menos dañinas para la naturaleza y para la humanidad. Esto incluso puede remitir a aquellos postulados que aún muy tímidamente y en un plano más ideológico y retórico se va propugnando desde el Sur como es el "vivir bien”, que sugiere que los sistemas de producción y consumo deberían regirse por un principio de equilibrio con la naturaleza, reciprocidad y redistribución de los bienes entre los seres humanos de manera democrática, sostenible y modesta.

Cuarto, porque ha delatado un patrón muy generalizado del dominio neoliberal –o diríamos de cualquier poder económico- que es el de ocultar la verdad, maquillarla y vender el producto para consumo fácil y a "ojo cerrado”. Y éste es quizá uno de los temas más importantes porque tiene que ver precisamente con esa especie de fortaleza construida en torno al modelo neoliberal: que es la subjetividad y la cultura de la vida cotidiana.

El pueblo japonés ha estado sometido a informaciones contradictorias, atemporales, falsas. Da la impresión que hubieran estado en una maraña de verdades y mentiras como dos texturas mezcladas, asemejándose precisamente a la contaminación nuclear que funciona de esa misma manera: los expertos dicen que en el núcleo de un reactor nuclear hay más de cincuenta contaminantes radiactivos producidos a partir de la fusión del uranio (algunos de vida muy corta pero otros de vida extraordinariamente larga, de cientos de años). Éstos se pueden acumular en el ser humano porque su estructura es muy parecida a nuestra constitución biológica, a los elementos que utiliza nuestro organismo como el yodo o el calcio que se parece al estroncio, los elementos nucleares se asimilan en nuestro cuerpo y en los organismos vivos porque "se parecen” y son profundamente nocivos. Entonces, el cuerpo los asimila "creyendo” que son parte nuestra.

Es una paradoja que refleja igualmente la manera en que "creemos” que aquello que nos venden como desarrollo y bienestar es lo adecuado y nos acostumbramos a vivirlo sin mirar lo que está detrás, sin conocer los orígenes, los mecanismos, las injusticias y los daños que se cometen con ello.

Como en la tragedia de Fukushima, las corporaciones, las grandes potencias y los poderosos, saben lo que están provocando y eso no se aplica solamente a la energía nuclear, sino también a las emisiones de gases de efecto invernadero, con la producción de agrocombustibles, con el uso indiscriminado de agrotóxicos, con la promoción del libre comercio o la promoción de la economía verde en sus diferentes expresiones, con la alteración de la vida a través de los organismos genéticamente modificados. Saben del daño que generan en el Sur global y a su propia gente, conocen los datos y sus consecuencias pero no dicen la verdad a sus pueblos.

En ese sentido, la tragedia de Fukushima es una verdadera metáfora de la crisis climática y medioambiental. Toda la humanidad está viviendo una especie de síndrome de Fukushima que marca cuán lejos podemos ir al olvidar el valor de la vida. Los poderosos saben de lo que se trata, pero prefieren cuidar los negocios y las alianzas para mantenerse en el poder, saben del peligro pero condenan a sus trabajadores a morir, saben que la muerte acecha pero maquillan la realidad y cambian las regulaciones de control. No respetan el derecho a la vida.

Siguiendo una vez más a Mahatma Gandhi quien decía que la lucha más importante es entre la Verdad y la No Violencia, los dilemas de la sociedad contemporánea contraponen la violencia y la Verdad. A estos principios de la búsqueda de la Verdad y la No violencia deberíamos añadir la necesidad de recuperar y mantener la Memoria como aquellos fundamentos necesarios para enfrentar los peligros del sistema y construir el futuro.

La confianza en el capital, en la tecnología y en el poder sobre la naturaleza y sobre los más "débiles” no son las claves para seguir habitando este planeta. Al parecer la Memoria –por lo tanto la lucha contra la impunidad-, la Verdad y la No violencia son los signos de la batalla que debemos librar por una transición hacia una sociedad restauradora del desastre, que está pugnando por nacer y cuyos gestores están hartos de ser víctimas del poder y del oprobio.

Estos principios, deberán ser sustentos indispensables de nuestro día a día por la transformación, pues nos dicen que pesar del dolor, a pesar de la muerte sembrada por la codicia, a pesar de los desesperados intentos de vendernos todo -inclusive la verdad-, es posible que la esperanza se exprese como una brizna verde atisbando desde los escombros.

[Elizabeth es Psicóloga Social, escritora y activista por el agua, el medioambiente, la cultura y contra el racismo, pertenece a la REMTE, es miembro del Directorio de Food and Water Watch, coordina la Campaña Nacional Octubre Azul en Bolivia].



27 de junio de 2011

Predomina crisis radioactiva en Japón

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Hisao Nakamura todavía no puede aceptar que su campo de arbustos de té verde al sur de Tokio haya sido declarado un peligro radioactivo por una crisis que compromete a muchos sectores del país.

“Quedé más que sorprendido”, dijo Nakamura, de 74 años, quien al igual que otros productores de té en Kanagawa se vio forzado a desechar su cosecha ante la radiación liberada por la planta Fukushima Daiichi, situada a 300 kilómetros de distancia.

“Tirar lo que has cultivado con gran cuidado es como asesinar a tus propios hijos”, afirmó Nakamura.

Más de tres meses después de que la planta de Fukushima fuera golpeada por un terremoto y un tsunami que provocó el peor desastre nuclear desde Chernóbil, los funcionarios japoneses aún se esfuerzan por entender cómo es que la radiación liberada generó “puntos álgidos” de contaminación.

También intentan detectar aquellas zonas con exactitud y aquella incertidumbre provoca una enorme presión.

“El estrés tiene serios efectos sobre la salud. El pueblo japonés ya no confía en la industria nuclear ni en el Gobierno. La gente no sabe si su comida y su tierra son seguras”, dijo Kim Kearfott, experto en efectos de radiación de la Universidad de Michigan, quien recorrió Japón en mayo.

Se estima que Fukushima ha liberado sólo un 15 por ciento de la radiación de Chernóbil, pero un complicado sistema de modelos informáticos creado por el Gobierno para predecir dónde se amontonaría la contaminación resultó inútil.

Presionado para suministrar un panorama más preciso de la contaminación, el Ministerio de Educación prometió completar un estudio detallado de la zona evacuada para octubre.

Hace un par de semanas, se convocó a gobiernos locales para que presenten informes diarios sobre la radiación.

Más de 1.000 escuelas públicas en Fukushima fueron equipadas con dosímetros a fines de mayo y se pidió a los docentes que realizaran mediciones de la radiación una vez por hora para ayudar a crear un mapa de la contaminación.

Pero algunos expertos dicen que incluso estas medidas adicionales distan de ser suficientes.

“Necesitamos un sistema nuevo y exhaustivo para el monitoreo de la radiación. El sistema que existe ahora no alcanza”, dijo Takumi Gotoh, un especialista en cáncer radicado en Nagoya.

Por ahora, los datos muestran que la zona más fuertemente contaminada está al noroeste de Fukushima, donde expertos creen que los restos radiactivos fueron trasladados por el viento y posteriormente depositados en forma de nieve y lluvia.

En la ciudad de Date, por ejemplo, unos 50 kilómetros al noroeste de Fukushima, la radiación terrestre estuvo cerca de los 24 milisieverts al año desde principios de junio. Eso está por encima del estándar internacional de exposición anual para trabajadores nucleares.

Existen pocos datos sobre el nivel de contaminación en la zona de evacuación forzada, establecida a 20 kilómetros a la redonda en torno a la planta de Fukushima. Críticos dicen además que también debe reforzarse el monitoreo del terreno y el agua del mar.

La información incompleta ha complicado la respuesta de Japón al desastre y el planeamiento de una limpieza ambiental, que se espera que tome años y cueste decenas de miles de millones de dólares.

También ha creado un clima de silenciosa desesperación en comunidades ya devastadas.

“Nunca creo nada de lo que escucho sobre la radiación”, dijo Shukuko Kuzumi, de 63 años, quien vive en Iwaki, unos 50 kilómetros al sur de Fukushima. “Quiero cavar un pozo en el suelo y gritar”, añadió.

Más de 24.000 personas murieron por el sismo y el tsunami. Decenas de miles más permanecen evacuados debido al peligro radioactivo.

Una de las víctimas de alto perfil de los “puntos álgidos” de radiación ha sido el cultivo del té en Kanagawa y la vecina Shizuoka, donde se halló cesio a un nivel que excedía en hasta un 35 por ciento el límite legal del Gobierno.

“Nunca pensamos que el accidente nuclear afectaría nuestros productos”, dijo Susumu Yamaguchi, de 58 años, quien encabeza la cooperativa de granjeros en el pueblo de Kiyokawa.

Yamaguchi ha perdido una cosecha de más de 20.000 dólares. Otro granjero que conoce simplemente abandonó su campo.

Otros quieren respuestas: ¿Cómo es que el cesio radioactivo de los reactores en Fukushima terminó ahí?

Tetsuo Iguchi, un especialista en monitoreo de radiación de la Universidad de Nagoya, dice que los expertos no saben.

Iguchi está trabajando como consultor de un grupo del Gobierno que ha pedido que se despejen miles de toneladas de suelo contaminado para luego ser almacenadas, posiblemente dentro del complejo de Fukushima. Ese proyecto se extenderá hasta casi fines del año próximo.

“Incluso eso es optimista. Nada como esto se ha hecho antes”, dijo Iguchi.

Podría derramarse más radiación al mar desde Fukushima si los esfuerzos por comenzar una planta de tratamiento de agua de construcción francesa se topan con inconvenientes.

El equipamiento es necesario para descontaminar el agua que se acumuló en las estructuras subterráneas del lugar después de ser bombeadas para refrigerar los núcleos fundidos de tres reactores.

“Lamentablemente, todavía existe una posibilidad real de nuevos derrames significativos de radiactividad”, dijeron en un comunicado expertos del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.