Irresponsable utilización de la energía nuclear

Irresponsable, la utilización

de la energía nuclear: Richard Ernst

Notimex | 08-04-2011

Richard Ernst, Premio Nobel de Química 1991, consideró irresponsable la utilización de energía nuclear, porque “la tecnología y la ambición mental humana son incapaces de manejar de manera segura tanto esa energía como sus desperdicios”.

Explicó que las empresas no están en posición para administrar tecnología de alto riesgo de una manera responsable, “ellos sólo quieren rentabilidad y eso no es compatible con los altos riesgos que manejan”.

Para Ernst la única alternativa es la energía solar, porque aunque pareciera más cara que la nuclear, no lo es si se suman los altos costos de desastres como el ocurrido en Japón, y no se diga en Chernobyl, donde hoy sus habitantes todavía sufren las graves consecuencias en su salud y donde la tierra no ha podido ser saneada.

Durante una conferencia magistral que dictó en el Club de Banqueros, el Premio Nobel consideró que México tiene un alto potencial en esa energía, “que debemos desarrollarla y usarla en nuestro favor”.

En el acto, donde el director del Instituto de Ciencia y Tecnología capitalino, Julio Mendoza, le entregó un diploma y una medalla como embajador mundial de la Ciencia y la Tecnología, Ernst recordó que Albert Einstein dijo que dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana.

“Yo no estoy tan seguro acerca del infinito del Universo, pero sí estoy seguro acerca de la infinidad de la estupidez humana”, planteó al referirse a la reciente tragedia de Fukushima, en Japón, donde la falta de responsabilidad humana dio lugar a esos desastres.

La naturaleza, expuso, contribuye un poco, pero finalmente nosotros tomamos las decisiones que dan lugar a estos efectos desastrosos, sostuvo.

Destacó que hace mil años hubo un terremoto de una magnitud de por lo menos 8.3 en ese territorio y ocasionó también mucho daño. “Sabemos qué tan peligrosa es esa costa. Sin embargo, aún sabiéndolo, construyeron las plantas nucleares.

“Aún antes del evento, los controles no eran los adecuados. Cometieron muchos errores. No tuvieron ningún cuidado porque querían optimizar su rentabilidad y esto fue parte del problema que dio lugar a lo que sucedió”, planteó el experto.

Expuso que esos reactores que hoy tienen problemas serios fueron instalados por General Electric y que no se tomaron precauciones especiales contra un caso de terremoto de la magnitud ocurrida o alguna cosa parecida.

“Este es el caso típico de globalización, en donde todo se vale con tal de hacer dinero y no les preocupa los efectos secundarios que puedan tener”, puntualizó.

HEMOS IDO DEMASIADO LEJOS

08/04/11

Autor: Satoru Ikeuchi - Astrofísico Japonés (Universidad de Nagoya)

El físico Torahiko Terada escribió en 1934, “Cuanto más avanza la civilización, mayor es la violencia de la ira de la naturaleza”. Casi 67 años más tarde, sus palabras resultan proféticas. Los humanos nos hemos vuelto cada vez más arrogantes, convencidos de que conquistamos la naturaleza . Los científicos y los ingenieros piensan que están respondiendo a las exigencias de la sociedad, pero han olvidado sus responsabilidades más amplias .

La catástrofe que enfrenta la planta nuclear de Fukushima Daiichi resume este fenómeno. Aunque los terremotos son tan frecuentes en Japón que generalmente se lo describe como “un país asentado sobre un bloque de tofu” , hemos construido unos 54 reactores nucleares sobre la costa, vulnerable a los tsunamis. Se tendría que haber previsto que un terremoto de semejante magnitud podía ocurrir, y si la planta no podía resistir semejante accidente, no debía construirse.

Además, la falla de los sistemas eléctricos que alimentan la refrigeración del núcleo de emergencia de la planta indica que los modelos usados para diseñar el sistema son demasiado laxos. La decisión de bombear agua de mar sobre el reactor nuclear tardó en tomarse.

Cada uno de estos problemas era previsible.

Hasta hace unos años, el consumo de electricidad en Japón era tal que durante las fiestas de Obon, cuando la gente vuelve normalmente a sus hogares ancestrales, se habría podido satisfacer la demanda aun con todas las plantas de energía nuclear apagadas .

En la actualidad, la energía nuclear se ha vuelto indispensable tanto para la industria como para nuestras vidas cotidianas. Nuestro consumo excesivo de energía de alguna manera pasó a ser parte de nuestro carácter; es algo que ya damos por sentado.

Japón alcanzó preeminencia global a través de la ciencia y la tecnología, pero no podemos negar que esto generó también una arrogancia que disminuyó nuestra capacidad para imaginar el desastre . Caímos en la trampa: la civilización nos dejó atontados.

Copyright The New York Times y Clarín, 2011. Traducción de Cristina Sardoy